La clave para comprender la compresión es entender que los controles para el umbral, el ratio, el knee, el ataque, el release y la ganancia son interactivos, si ajustas un control, lo más probable es que tienes que ajustar los demás. Por ejemplo, si le bajas al umbral para comprimir más de la señal, entonces el ajuste del ratio tendrá un efecto mayor, por lo que puede que tengas que reducirlo un poco. Incrementar el tiempo de ataque deja pasar más del ataque, pues está menos sujeto a los controles del umbral y ratio, así sucesivamente.
Si no eres un experto en la compresión, aprovecha las ventajas de las opciones que ajustan el release y attack de forma automática. Siempre se puede personalizar la configuración a partir de estas opciones.
Como guía, comienza con un ratio de compresión moderado como 4:1, y reduce el umbral hasta que se pueda “escuchar” la compresión. Ahora reduce el ratio hasta que no se oiga ningún efecto de compresión obvio, y ajusta la ganancia de salida para que coincida con los picos en las posiciones bypass y habilitada. Si no hay suficiente compresión, reduce el umbral (o aumenta el ratio) ligeramente para enfatizar la compresión.
Dicho sea de paso, los compresores con tecnología “one-knob compression”, están diseñados para resolver este problema. En particular, para presentaciones en vivo es muy útil, pues permite ajustar la compresión que deseas rápidamente, comprometiendo poco o nada la calidad del sonido.
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