Es hora de considerar el bajo. Usa alguna línea de bajo que se reproduzca en bucle junto al bombo. Con ayuda de un compresor vamos con el resultado final.
Volvemos a los ajustes de EQ del sonido de bombo y jugamos con algunos balances
de frecuencias, reducimos los subgraves y buscamos más espacio para nuestro bajo.
También ayuda si realzamos las frecuencias correspondientes en el propio bajo,
añadiendo subgraves que son precisamente las partes eliminadas en el bombo.
En las líneas de bajo a contratiempo, el truco para añadir acordes rítmicos por encima ayuda a lograr un toque más abrasivo, que viene genial para cualquier tema dance.
A la hora de considerar la adición de nuevos elementos, recuerda que el bajo y el bombo deben permanecer en el centro, con todo lo demás orbitando alrededor.
No vamos a poner más instrumentos –el bombo suena tan bien, que no queremos estropearlo.