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La producción musical al alcance de todos...

Serie Mackie Onyx

 

 

Mackie empezó a diseñar sus mesas de mezclas compactas a finales del siglo pasado, poniendo al alcance de muchos usuarios las mismas funciones de otros mezcladores mucho más caros. Las palabras ‘Mackie y “estándar de la industria” en este mercado son casi sinónimos. Mackie se ha impuesto el objetivo de redefinir las cualidades de sus mezcladores compactos con la gama Onyx. reinventando los diseños de las secciones de EQ y previos de micro, además de cubrir las necesidades actuales de los estudios basados en computadora.

 

 

La serie Onyx lleva bordes laterales de goma, muy útiles para proteger la unidad si la echas al maletero de un coche para llevártela de gira. Las conexiones ocupan la banda superior y el panel posterior pero, aunque sigue siendo apilable en rack, la 1620 por ejemplo, no dispone de la facilidad ‘Pod’ que permite girar todos los conectores por detrás para facilitar su acceso (el modelo 1640 sí incluye esta opción) Hay suficiente espacio para mover los dedos entre los controles: todo un logro si tienes en cuenta que la nueva sección de EQ ahora trae cuatro bandas, frente a las tres bandas de las populares mesas VLZ Pro.

En la 1620 como corresponde a un mezclador pequeño, los faders son de 60mm, y aunque parecen temblar mas que los de la serie vlz, tienen pinta de aguantar mucho trote. Los ocho primeros canales disponen de entradas mono de micro/linea con alimentación phantom conmutable y filtro de graves (a 75Hz). mientras que del 9 al 16 son canales estéreo con entradas jack de 1/4″. Un buen detalle: los canales ‘1’ y ‘2’ llevan un conmutador de alta impedancia para la conexión directa de una guitarra o bajo (solo en los modelos 1220 y1620) En concreto, la nueva EQ está diseñada para ofrecer una ‘Q’ óptima con un mínimo desplazamiento de fase; suena muy bien. Se conserva el típico estilo de Mackie con agudos centrados en 12kHz, dos barridos de medios (400Hz-8k, +100Hz-2k) con +/-15dB de ganancia, y un corte de graves fijo a 80Hz. Por algún motivo, los canales estéreo no disponen de esta EQ y sólo llevan barrido de agudos y graves junto a una banda de medios fija a 2’5kHz. Los cuatro envíos auxiliares son conmutables pre o post de forma global en la sección máster. Eso implica que se puede configurar la mesa de mezclas más o menos a tu gusto, aunque algunos usuarios echarán de menos la opción de conmutar cada envio por canal. Cada canal posee conmutadores ‘Solo’ y ‘Mute’ con sus LEDs.

Cuando activas un canal lo encaminas a las salidas alternativas, lo cual presenta opciones extra de ruteo. Junto a cada fader hay cuatro indicadores de nivel LED para ver al instante lo que está sucediendo. Los canales 1 al 8 tienen puntos de inserción en la parte trasera y, para facilitar las grabaciones, hay dos conectores tipo D de 16 vias que acceden a las salidas directas de todos los canales.
Si necesitas más entradas tienes cuatro retornos estéreo, con control de nivel independiente y rutas adicionales hacia ‘Aux 1+2’, que también se activan de forma global.

FireWire

Lo que diferencia a la gama Onyx del típico mezclador compacto de Mackie es el puerto de ampliación FireWire opcional, un complemento ideal para grabar en exteriores o estudios de proyectos a 24bit y hasta una frecuencia de 96kHz. Insertar la tarjeta es muy fácil: basta con desatornillar el panel posterior “ciego”. La instalación en Mac OS X es igual de sencilla —conecta el ordenador a uno de
los dos puertos FireWire de la ampliación, selecciona ‘AudioMidi Setup* y aparecerá la opción ‘Onyx FireWire’ sin requerir el uso de drivers adicionales. Los drivers de PC vienen en un CD-ROM. En esta plataforma es posible utilizar combinaciones de mas de una mesa Onyx y tarjeta dentro de la misma aplicación. lo cual permite acceder a más canales de entrada.

En el caso de OS X, sólo puedes ejecutar un sistema por aplicación. La tarjeta opcional aporta 18 salidas (canales ‘1-16’ más ‘L+R’) y dos retornos para monitorizar. Estas salidas encaminan el audio hacia tu software de grabación preferido, mientras que un retorno estéreo devolvería las señales a la Onyx y llevaría éstas a las salidas de sala de control y mezcla principal mediante la sección máster. Además, puedes ajustar el nivel de salida ‘L+R’ entre +/-10dB con un knob de la tarjeta.

De paso, la tarjeta FireWire viene con el software Tracktion para Mac y PC, así que no necesitas nada más excepto un buen disco duro.

Uso práctico

Los nuevos previos de micro y la EQ representan una mejora considerable. Los previos suenan mucho más llenos y abiertos, con una gran amplitud que se percibe en especial usando un buen micro de condensador. La EQ también suena más suave, realzando las frecuencias medias con una ‘Q’ bastante musical y sin tanto brillo como la EQ de la serie VLZ.

La tarjeta FlreWire tiene un especial interés para quien busque la mejor combinación de mezclador + interface para su ordenador. Su manejo no ofrece ninguna dificultad, pero debes tener presentes varias cosas sobre las rutas de la señal. Cada una de las 16 salidas ‘FireWire’ se toman después del previo de micro y del inserto, pero antes de la EQ y el fader. Es decir, para monitorizar sin latencia debes ajustar el volumen final en el ordenador, mientras que la ganancia de entrada, el nivel, panorama y EQ de los monitores dependen de la Onyx. Esto es fijo y no puede cambiarse, aunque si grabas las salidas de la mezcla ‘L+R’ al ordenador, tendrás una señal post fader y post EQ. En realidad, tiene sentido porque permite grabar conservando una mezcla de monitores independiente en los canales de la mesa (por supuesto, siempre puedes grabar la mezcla de tu mesa por las salidas ’17-18′). Si no tienes problemas de latencia, podrías monitorizar desde el ordenador pulsando el botón ‘FireWire’ de la sección ‘Monitor’, pero en todo caso, conviene revisar los prácticos ejemplos de rutas que incluye el manual. Disponer de un solo retorno estéreo mediante la tarjeta FireWire es una limitación, ¿y si quisieras sacar algo del ordenador para procesado con equipos externos a través de un canal de la mesa? Es imposible. Desde luego, un par de salidas FireWire extra que pudieras activar sobre los canales como retornos de cinta ofrecerían muchas más opciones de encaminamiento, por no hablar de la EQ y los puntos de inserción.

Conclusión
En estos tiempos que ya estábamos deshaciéndonos de gran parte de nuestro hardware, la serie Onyx nos ha hecho añorar la inmediatez de una auténtica mesa de mezclas. Los nuevos circuitos de ecualización y los previos de micro renovados son impresionantes y multiplican el valor de la Onyx, mientras que la opción FireWire abre nuevas opciones para trabajar con un ordenador (¿cuánto pagarías por 18 canales a 24bit/96kHz?). Una Onyx y un portátil serian suficientes para grabar pequeños grupos y orquestas, o para estudios de proyectos. Anda bien, añade a la lista los envíos auxiliares conmutables pre/post, cómodos botones ‘Solo’ y ‘Mute’, más un canal de talkbak y tendrás una mesa muy práctica para aplicaciones “Serias” dé directo y estudio. Sin embargo, nos molesta la incapacidad de volver a encaminar audio desde el ordenador para aplicar efectos a una pista grabada o softsinte con equipos externos. Con sólo tener dos salidas más, encaminables hacia un par de canales, seria la solución ideal. Si, la integración FireWire podría quedarse corta para tu sistema, pero nadie negará que Mackie está ofreciendo excelentes funciones y calidad de sonido para una mesa de un tamaño tan reducido.

FutureMusic

 

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